Es un espacio independiente que parte de la necesidad de sitios en los cuales se puedan abordar y potenciar la muestra de trabajos con línea investigativa a medios alternativos, los cuales, debido a su naturaleza son complicados de movilizar en un circuito que apenas se está abriendo a estas nuevas propuestas artísticas. La idea de nombre surge a partir de un juego de robo de siglas a la Universidad de las Artes de Yucatán, antes llamada Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY), de la cual sus integrantes son alumnxs. Si bien esto tiene orígenes en el humor, también se toma como una crítica a las carencias que los estudiantes presencia a lo largo de su paso por la universidad, así como lo constatado por generaciones anteriores. Con esta ironía institucional, lxs fundadorxs de ESAY, dicen a manera de broma que tienen 20 años de experiencia, y sin embargo, apenas buscan abrir oportunidades que antes fueron de difícil acceso por la vía de la institución.